Home

12/05/2007

Poesía Maldita (Cap. II)
Esperar el viento amado
Por Carlos Linares*

Cenizas de cantares del pasado,
un vino amargo corriendo por las venas de un futuro,
un rostro aniquilado por el tiempo,
un cuarto oscuro cegado de mentiras,
una inocencia corrompida por el sexo,
una irónica suma de aspectos que no eran de mí
eran del ser que quería salir a parir un bastardo corazón,
un corazón amordazado por la libido morbosa del puritanismo.

Mi conservador yo salió, y se defendió siendo hipócrita,
siendo un Don Juan,
miedoso corazón no pudo continuar siendo un tierno e inocente ser.
Ya no era yo, soy el retrato de lo que mi pene quiere,
¿Y el amor?, sólo sé que no lo retengo por mucho tiempo,
se queda un rato y se va como en el 5 letras,
se va como un gas incoloro e inodoro,
un viento sin tiempo.

Mi amor corre del pasado al futuro
como si fuera un conejillo de indias,
un experimento de mi loco corazón.
Entonces ¿qué debo esperar de una mujer?
¿un corazón abierto o las piernas abiertas?

Todo es una soltura, el desgarre, la perplejidad,
un entremés de picahielos en mi pulsar cardiaco,
ecos de un final incierto.
¿Y qué puedo proponerme?
¿Regurgitar lo escaldado?
¿A caso vencer un miedo inconcluso?

Saboreo el día en que en mí lloverán las ansias y el olvido;
saber quién soy para saber qué hago,
qué hago en esto del amor.
¿Cómo balbucear mis penas en un mar de apatía
y no cortarme con mis tijeras críticas de la voz?

Esquilo y la ciudad dos de mis acompañantes,
son mis recuerdos viejas ruedas que dan vuelta
en un rechinar de momentos oxidados,
voy y vengo,
me dejo y me inserto,
soy el perfecto experimento Skinneriano,
aguardar hasta el día en que el papel llegue a mi mano
y poder recovar mi mundo,
algún día sabré ciar.

*El autor escribió este poema en el año 2000. Es psicólogo por la UABC. Sus aficiones son la música, la comida, el buen vino y las buenas amistades.